lunes, 14 de marzo de 2011

[Leo Zuckermann. Juegos de poder] México-Estados Unidos: reboot


La conclusión es muy obvia: la relación bilateral entre los gobiernos de México y Estados Unidos está pasando por un pésimo momento. Son ya muchos los asuntos acumulados que han tensado la relación. Ni siquiera la reciente reunión entre los presidentes de ambas naciones sirvió para aflojar un poco las cosas.

De hecho, creo que las acabó presionando aún más. La declaración de Calderón de que la relación bilateral quedó "severamente dañada" por las filtraciones de WikiLeaks, seguramente con la intención del Presidente de apoyar al Ejército Mexicano que quedó muy dolido a causa der lo dicho por el embajador estadunidense.

La posterior afirmación de Felipe Calderón al Washington Post en la que descalificó la actuación de Carlos Pascual con un sarcástico "no me ayudes, compadre", al decir que "la confianza es difícil de construir y fácil perder" y confesar que tal vez platicaría con el presidente Obama el asunto de la confianza del gobierno mexicano con el embajador estadunidense. En suma, se observa un panorama muy complicado en la relación bilateral de los dos gobiernos. Hay muchos asuntos atorados y el sistema ya se recargó.

Cuando esto sucede en una computadora no hay otra más que reinicializar el aparato. Esto me parece que es lo que hace falta: hacer un reboot. La pregunta es cuándo. Difícilmente ocurrirá durante el resto de este sexenio. No veo a Calderón haciéndolo. Habrá que esperar, entonces, a que llegue un nuevo presidente a Los Pinos y ver si Obama se reelige en Estados Unidos. Mientras tanto, la relación bilateral estará, en el mejor de los casos, congelada, como una computadora que ha dejado de operar con normalidad. (…)

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