miércoles, 16 de febrero de 2011

[Jorge Fernández Menéndez. Razones] París no vale una celebración



Comencemos por un punto: amo a Francia y todo lo que ella representa, desde su cultura, sus vinos y gastronomía, hasta su cine, su literatura, sus artistas y músicos. Y sobre todo París, que siempre me ha parecido maravillosa. Admiro a muchos de sus políticos, desde Charles de Gaulle hasta François Mitterrand. Dicho lo anterior, creo que el presidente Nicolas Sarkozy ha puesto en ridículo a la diplomacia francesa con su actitud ante el caso Cassez. 

Sin atender ni aceptar el que la señora Cassez haya sido juzgada en cuatro tribunales distintos, por jueces diferentes, presentando ella en su alegato incluso pruebas distintas, sin escuchar la voz de las víctimas, sólo basado en la palabra de ella y en medio de una estrategia mediática, que no legal, de su defensa, Sarkozy ha decidido romper lanzas con el gobierno mexicano e incluso llevar el tema a la reunión del G-20 que se realizará en París este viernes (¿vio a la diplomacia francesa tan activa para lograr la liberación de algún preso político en tiempos recientes, incluido el premio Nobel de la Paz, Liu Xiubao?, ¿recuerda usted que haya llevado algún tema similar al G-20 en el pasado?) y, en un acto de profunda incongruencia, ha dicho que mantendrá las actividades del Año de México en Francia pero lo hará en homenaje a Florence Cassez. 

Uno que pensaba que ese año era en homenaje a la sociedad y el pueblo mexicanos y ahora resulta que es en homenaje a una mujer que está juzgada y condenada por la justicia mexicana, a causa de un delito tan grave como el secuestro. Resulta que, en al Año de México en Francia, el presidente Sarkozy quiere homenajear a los delincuentes que agreden a la sociedad mexicana. Es increíble la petulancia, tanto como la falta de sentido común que rezuma toda esta historia.(…)

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