martes, 8 de febrero de 2011

[Sergio Sarmiento. Jaque Mate] Saltimbanquis



 El PAN ganó la elección de este 6 de febrero en Baja California Sur, un estado gobernado durante dos sexenios por el PRD, con un candidato, Marcos Covarrubias, que todavía es diputado federal con licencia por el PRD. En Los Cabos, el ex priista y ex perredista, también ex gobernador y ex presidente nacional del PRD, Leonel Cota, contendió a la presidencia municipal por Nueva Alianza, el Panal, pero al final pidió el voto para el candidato del PRI.

Baja California Sur no es el único lugar donde estamos viendo estas acrobacias. El senador priista con licencia Ángel Aguirre Rivero ganó la elección en Guerrero por el PRD y el PT, el ex priista Rafael Moreno Valle se convirtió en gobernador de Puebla con una alianza PAN-PRD, mientras que Mario López Valdez, Malova, saltó del PRI para ganar el gobierno de Sinaloa con las banderas del PRD y el PAN.

La razón de fondo es una ley electoral creada para dar a los partidos políticos un monopolio sobre el poder. La prohibición a las candidaturas independientes busca cerrar el paso a los cargos de elección popular a la enorme mayoría de los mexicanos, aquellos que no pertenecemos a ningún partido. Esto obliga a los aspirantes a candidaturas que no son seleccionados por los jerarcas de algún partido a buscar el respaldo de otras organizaciones. La frecuencia con la que estos saltimbanquis están obteniendo triunfos que parecían imposibles ratifica que algo está podrido en el monopolio de los partidos.

Narciso Agúndez, gobernador de Baja California Sur, escogió como candidato del PRD y el PT al gobierno del estado a Luis Armando Díaz. Para la presidencia municipal de Los Cabos impuso a su propio hermano, Antonio, quien obtuvo el triunfo pero con un resultado mucho más cerrado al que se esperaba.(…)

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