En un país donde alrededor de la mitad de la población es pobre, la prioridad gubernamental debe ser combatir la pobreza. Prioridad sí, pero no exclusividad. Algunas políticas públicas también deben enfocarse, de vez en cuando, a la otra mitad de la población que son predominantemente clase media. Por eso me gustó la decisión del presidente Calderón de permitir, a partir de este año, la deducción de las colegiaturas de colegios privados del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Se trata de una política que va a beneficiar a la población que no es pobre. En algo se van a beneficiar los grupos más ricos del país. Pero, por los montos de deducción que estableció el gobierno, los más beneficiados serán las clases medias bajas que pagan impuestos y una o más colegiaturas en un plantel privado. A ellos son a los que fundamentalmente está dirigida esta medida.
El gobierno limitó las deducciones a un monto específico, el que supuestamente gasta por alumno en las escuelas públicas al año. De esta forma, un contribuyente podrá deducir 14 mil 200 pesos de una colegiatura de educación preescolar cada año, 12 mil 900 cuando se trate de primaria, 19 mil 900 de secundaria, 17 mil 100 de profesional técnico y 24 mil 500 de bachillerato.
Esta es la deducción que se podrá hacer sobre la base gravable, es decir, sobre el ingreso del contribuyente. Si aplicamos la tasa mayor del ISR a esta cantidad, el estímulo real monetario que tendrán los beneficiarios será de cuatro mil 260 pesos al año para una colegiatura de preescolar, tres mil 870 de primaria, cinco mil 970 de secundaria, cinco mil 130 de profesional técnico y siete mil 350 de bachillerato. Estos montos a quien más benefician es a la clase media baja del país.
¿Es regresiva esta deducción? Ciertamente, ya que beneficia al grupo poblacional que no se encuentra en la pobreza. Pero, insisto, ¿acaso esta población no merece de vez en cuando que el gobierno le eche una manita a su economía? Yo creo que sí, sobre todo si se toma en cuenta que sólo podrán deducir las colegiaturas aquellos que sí pagan impuestos, es decir, los que tienen un registro federal de causantes. Los que no pagan ISR, porque viven en la informalidad económica, no podrán beneficiarse de la medida.(…)
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