Ahora le toca el turno a Gabino Cué. La Sección 22 del SNTE y la APPO están tratando de calar al nuevo gobernador de Oaxaca. Quieren ver si, como Ulises Ruiz, termina por echarse para atrás y darles todo lo que quieren.
Ayer los líderes de estos grupos, encabezados por Azael Santiago Chepi, secretario general de la Sección 22, rechazaron los intentos del gobernador por dialogar con ellos. Señalaron que no habían aceptado las peticiones ni del secretario particular del gobernador ni del director del Instituto Estatal de Educación Pública del estado, Bernardo Vásquez Colmenares.
Para siquiera empezar un diálogo, según el maestro Azael, deben ser destituidos primero el propio Vásquez Colmenares, la secretaria de Gobierno, Irma Piñeyro, y el secretario de Seguridad Pública, Marco Tulio López Escamilla.
En otras palabras, el gobernador debe primero dejar públicamente en claro que quienes toman las decisiones en el estado, incluso en la integración del gabinete, son la Sección 22 y la APPO. Sólo después se le permitirá discutir con los líderes qué más se les puede entregar. No se le ha exigido todavía al gobernador su renuncia porque los líderes suponen que a éste se le podrá manipular... y con uno nuevo nunca se sabe. Los dirigentes de la Sección 22, un grupo del SNTE disidente del liderazgo de la maestra Elba Esther Gordillo, y la APPO buscaron la confrontación violenta este martes 15 de febrero.
Sus militantes atacaron a los grupos de policía estatal y federal que protegían el Palacio de Gobierno en el que se encontraban el gobernador y el presidente Felipe Calderón. Este último realizaba su primera visita al estado bajo el nuevo gobierno de Cué. Los activistas golpearon al propio secretario de Seguridad, López Escamilla, y a varios policías. Privaron también de su libertad a tres mujeres policías.(…)
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